"La banca nacional y de la UE tienen poco que ver con SVB y Credit Suisse"

El Banco de España aprueba la solvencia de la banca pero alerta de la subida del coste de financiación

El Banco de España aprueba la solvencia de la banca pero alerta de la subida del coste de financiación
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El Banco de España aprueba el nivel de solvencia de la banca nacional, pero al mismo tiempo alerta del aumento del coste de financiación que afrontarán progresivamente las entidades tras la crisis financiera provocada por la caída del Silicon Valley en Estados Unidos, después de la retirada masiva de depósitos y la venta de bonos públicos en su poder, así como la adquisición a toda prisa de Credit Suisse por UBS para afrontar su desplome en bolsa. En un documento hecho público ayer, la institución que dirige Pablo Hernández de Cos asegura que aprecia un mayor coste de financiación para los bancos tras las turbulencias que tuvieron lugar en los mercados financieros ante el colapso de varios bancos regionales en Estados Unidos, entre ellos el SVB, y de Credit Suisse en Europa.

Esta situación «está implicando un aumento del coste de financiación de los bancos a nivel global y un mayor escrutinio por los inversores y depositantes», según consta en la presentación que ha realizado este martes el director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución de Banco de España, Ángel Estrada. El supervisor indica que el deterioro de la situación financiera de dichas entidades «está suponiendo un aumento de la aversión al riesgo, de la volatilidad de los mercados y un recorte de las valoraciones bursátiles de los bancos», aunque destaca que las reformas introducidas en el sistema bancario europeo y la «estricta supervisión» hacen que las entidades tengan unos «elevados niveles» de solvencia, liquidez y resultados «tranquilizadores» a las pruebas de resistencia.

Además, los problemas se han concentrado en entidades con unas características «idiosincrásicas» que las alejan del grueso de las entidades europeas y españolas. Respecto a la situación de Credit Suisse, Estrada ha indicado que es «importante» monitorizar la actividad en derivados financieros a través de las entidades de contraparte central o en el mercado extrabursátil (OTC). En relación con la actividad reguladora, el supervisor ha indicado que dentro del sector financiero no bancario la atención está puesta en los posibles desajustes de liquidez de los fondos del mercado monetario y cómo amplifican el riesgo, en las ventas forzadas por retiradas en los fondos de inversión abiertos, en las llamadas de margen de derivados financieros y en el uso del apalancamiento.

Posteriormente, el Banco de España ha publicado hoy su informe anual de supervisión en el que concluye que los bancos nacionales mantienen unos niveles de solvencia adecuados —superiores a los alcanzados en diciembre de 2019, previos a la crisis sanitaria—, aunque la ratio de solvencia del sistema experimentó una ligera contracción en 2022. El volumen de crédito total de las entidades españolas mantuvo una tendencia creciente en 2022, con un aumento de la actividad crediticia de las filiales en el exterior y estabilidad en la operativa nacional. En su opinión, el deterioro del entorno macroeconómico no se ha reflejado aún en los indicadores de calidad crediticia, cuya ratio de dudosos decreció ligeramente en 2022, si bien no es descartable su incremento en un futuro próximo en la medida en que la capacidad de pago de los acreditados pueda ir deteriorándose por los efectos negativos del entorno macroeconómico actual.

En 2022, la rentabilidad se mantuvo en niveles similares a los de 2021 —tras dejar atrás los valores negativos del ejercicio 2020 provocados por la crisis sanitaria—, con un aumento de los resultados del negocio ordinario, al tiempo que los deterioros siguen siendo moderados. No obstante, ante la incertidumbre asociada al escenario macroeconómico actual, las entidades deberían aprovechar esta mejora de la rentabilidad para reforzar su resistencia, opina el banco emisor. Además, informa de que la elevada ratio de cobertura de liquidez de las entidades españolas se mantuvo estable en 2022.

En el mismo sentido, advierte de que es previsible que la normalización de la política monetaria y los próximos vencimientos de las operaciones de retirada progresiva del programa de refinanciación de la deuda pública en poder del Banco Central Europeo hagan que las entidades reduzcan sus excedentes de liquidez, aunque seguirán siendo holgados. El BCE ha fijado las prioridades para las entidades significativas en 2023 en torno a tres grandes objetivos: aumentar la capacidad de resistencia frente a shocks macrofinancieros y geopolíticos a corto plazo, para lo que continuará centrándose en la revisión del riesgo de crédito con el objetivo de que las entidades subsanen las deficiencias que pudieran tener en su gestión, con especial atención a la exposición a sectores más sensibles al entorno macroeconómico actual, y adicionalmente se revisará el riesgo de financiación.

Además, incrementará los esfuerzos para afrontar vulnerabilidades estructurales de las entidades, abordando los riesgos tecnológicos y las implicaciones de la transición digital (en este sentido, es importante que las entidades valoren oportunidades y riesgos de acometer una transformación digital sólida para que sus modelos de negocio sean sostenibles a largo plazo); finalmente, la entidad conmina a la banca a adaptar la estrategia de negocio y marco de gestión de riesgos para incorporar la amenaza climática.

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